2008/05/06

Dequeísmo y queísmo

El dequeísmo es uno de los errores gramaticales más comunes hoy en día. Pero por temor a incurrir en ella se ha creado otro peor: el queísmo ( o antidequeísmo.)

En la frase “estoy seguro de que ustedes entenderán” no se debe eliminar la preposición de.

Este es uno de los casos en que es correcta la utilización del “De que”.

Existe una fórmula sencilla para saber cuándo ocurre esto, basta con oponer en forma de pregunta la frase que se va a decir, y si la pregunta exige el de, la frase expositiva también deberá llevarla.

Aplicando la fórmula en la frase de ejemplo “Estoy seguro de que ustedes entenderán” surgen dos formas de hacer la pregunta, utilizando el "qué" y otra con el "de que":

1.) ¿Qué estoy seguro?

2.) ¿De qué estoy seguro?

Vemos que la primera no encaja en la pregunta, mientras que la segunda si surge natural la utilización de la preposición "de qué", luego la frase expositiva deberá construirse con el "de que"

Miremos otro ejemplo:

“Yo pienso de que no vendrá

Aplicando la fórmula, nos hacemos las preguntas

1) ¿Qué pienso?

2) ¿De qué pienso?

Es claro que la pregunta “¿De qué pienso?” no encaja, mientras que la primera ¿Qué pienso? si se lee natural, luego en ese caso no se debe utilizar el de que.

Lo mismo ocurre en las siguientes locuciones:

¿De qué me di cuenta? Me di cuenta de que

¿De qué me alegré? Me alegré de que

¿De qué estoy convencido? Estoy convencido de que

¿De qué tiene idea? Tiene idea de que

¿De qué tengo el presentimiento? Tengo el presentimiento de que

Por el contrario, con otros verbos, que son transitivos, la pregunta no lleva el de, por lo tanto no se dice:

¿De qué pienso?

¿De qué creo?

¿De qué dije?

Sino

¿Qué pienso?

¿Qué creo?

¿Qué dije?

Y las respuestas serían:

“Pienso que”, y no “pienso de que

“Creo que”, y no “creo de que

“Dije que”, y no “dije de que

Pero no siempre la preposición de y la conjunción que tienen que ser consideradas como erróneas. Todo lo contrario, no utilizarlas nos haría caer en un grave error. Algunos verbos obligan la utilización de la preposición de, por lo que su ausencia o la de cualquier otra preposición también ha de considerarse un error, denominado queísmo:

*Me alegro que hayas podido viajar.

(Debe decirse: Me alegro de que hayas podido viajar).


*Me acuerdo que siempre jugábamos en el colegio.

(Debe decirse: Me acuerdo de que siempre jugábamos en el colegio).


*Insistió que teníamos que volver.

(Debe decirse: Insistió en que teníamos que volver).

*Confío que me puedas ayudar en el traslado.

(Debe decirse: Confío en que me puedas ayudar en el traslado).

Por último, el dequeísmo también podemos encontrarlo en oraciones sustantivas que hacen la función de complemento de régimen en donde la preposición de viene a sustituir a la que rige el propio verbo:

*Confío de que esté en su casa.

(Debe decirse: Confío en que esté en su casa).

*Me fijé de que era la misma persona .

(Debe decirse: Me fijé en que era la misma persona).

*Insistió de que los visitáramos.

(Debe decirse: Insistió en que los visitáramos).

2007/11/02

Hecatombe

Como todos los pueblos de la tierra, los griegos ofrecían sacrificios a sus numerosos dioses. Algunos incruentos, consistentes en libaciones de vino, aceite, miel o cremación de tortas con figura de media luna.

Pero los más usuales por creerse más del agrado de los dioses, fueron los cruentos en los que se sacrificaban animales. Estos debían ser perfectos y sin mancha ni imperfección. A Júpiter se le ofrecían toros y carneros, a Palas Atenea, vacas que no hubieran llevado yugo; a Poseidón, toros y caballos negros; a Mercurio, cervatillos, etc.

La cantidad y calidad de los animales sacrificados guardaba relación con la grandeza o importancia de lo que se pedía. Para obtener victoria en una batalla, el exterminio de una peste, etc., se inmolaban cien víctimas, que por lo general eran bueyes. En griego cien se dice “ekatón" y buey “bous”, es decir “hecatombe”, sacrificio de cien bueyes.

Esta palabra, en sentido figurado, pasó a significar una mortandad de personas ejecutadas en una batalla, a una desgracia o catástrofe de grandes proporciones.

2007/09/10

¿Desguazadero o deshuesadero? (o desgüesadero)

Con bastante frecuencia, las personas que utilizan el término “desguazadero” para referirse a un sitio en donde desarman los autos robados, son objeto de correcciones con el argumento de que el término correcto es “deshuesar” porque lo suponen derivado de hueso. Pero no hay tal incorrección. Es totalmente castizo el término “desguazadero” derivado del verbo “desguazar”, que tiene el significado de “desbaratar un buque total o parcialmente” y no tiene nada que ver con huesos. En estos desguazaderos desarman los autos o motos robadas para venderlas por partes.

2007/08/17

¿Diría "un reina", "un persona" o "un candidata"?

Cada año, por la época del Reinado Nacional de la Belleza de Cartagena, escuchamos en los noticieros expresiones como: " Las veintiún candidatas llegaron el lunes a Cartagena". Si a una de las personas que utilizan estas expresiones incorrectas, le hacemos la pregunta del título, sin dudar responderían: "-Por supuesto que no. Lo correcto sería una reina, una persona-".

Entonces, tampoco es correcto decir veintiún personas, ni veintiún reinas o veintiún candidatas; sino veintiuna personas, veintiuna reinas, veintiuna candidatas.
La forma masculina de uno se apocopa (pierde la terminación en o) cuando va delante de un sustantivo masculino singular (un hombre), pero no cuando antecede a un sustantivo femenino (una mujer). La forma masculina uno se apocopa también cuando forma parte de adjetivos numerales de una o más palabras que preceden a un sustantivo masculino (veintiún libros), pero no ante sustantivos femeninos (veintiuna palabras). La única excepción es cuando estos adjetivos preceden a un sustantivo femenino que comienza con a o ha tónica (veintiún águilas, veintiún hachas). En estos casos el sustantivo sigue perteneciendo al género femenino (veintiún águilas). Estos sustantivos van precedidos en singular del artículo determinado el (el águila); en plural llevan el artículo femenino plural (las águilas).
De paso, también se cae en error al eliminar la semivocal i: Son incorrectas, por tanto, formas como ventiuno (lo correcto es veintiuno); ventiséis (lo correcto es veintiséis)

2007/08/09

Demasiado y bastante

Otra palabrita que invadió el habla de los colombianos es “demasiado” para reemplazar a “bastante”.

Demasiado tiene el significado de excesivo, que puede ser contraproducente o dañino debido a la excesiva cantidad, pero no debe usarse como sinónimo de bastante

“La quiere demasiado” significa que le da más amor del que merece, y por lo tanto debe reducir su amor, cuando en realidad lo que quieren decir es que la quiere bastante.

“Me divertí demasiado”, significa que debió suspender la diversión e irse de la fiesta, cuando lo que quieren decir es que se divirtió bastante,

“Fueron demasiado amables con nosotros”, quiere decir que no merecían que fueran tan amables, que debieron ser menos atentos con ellos porque no lo merecían, pero si hubieran utilizado la expresión bastante, el significado fuera claro

El ecsenario era la picsina

¿Pronunciaría usted la palabra "piscina" como "picsina"?. Por supuesto que no. Igualmente la palabra “escenario” tampoco debe pronunciarse “ecsenario” como incorrectamente hacen muchos periodistas de televisión y radio; y ya sabemos lo que ocurre cuando a esos comunicadores le escuchan una palabreja: inmediatamente la copian y se dan a utilizarla, porque creen ingenuamente que los periodistas están bien informados gramaticalmente.

Esta incorrección ha tomado tanto auge, que ya es común escucharla en boca de ministros y ex presidentes.

2007/02/22

No ponga colocar: coloque poner

Últimamente, y de manera reiterada, notamos en los diferentes medios de comunicación un infundado temor a utilizar el correctísimo verbo “poner” y en su lugar apelar al verbo "colocar", creando frases verdaderamente cómicas.

Y sus defensores, tal vez por ignorancia, utilizan argumentos traídos de los cabellos como "las únicas que ponen son las gallinas".

Por considerarla de interés, transcribo a continuación una columna publicada por Soledad Moliner que trata apropiadamente el tema:

"La siguiente es una antología elaborada con ayuda de mis alumnos y de algunos lectores, donde el verbo colocar ha desplazado artera e incorrectamente al verbo poner. Casi todas proceden de medios de comunicación:

"Me coloca al borde de la quiebra"

"A la bebé la colocaron Valentina"

"Eso me colocó a pensar"

"Ella se colocó brava"

"La debo colocar en práctica"

"Esta tarjeta es para que no le coloquen problemas al entrar"

"Me colocó en ridículo"

"Voy a colocar la queja"

"Esas cosas me colocan nervioso"

"No pude asistir, porque mi mamá se colocó enferma"

La lista podría hacerse interminable ("me coloqué rojo", "colocamos mucha atención", etc.), porque los hispanohablantes ingenuos han creído que es mucho más elegante el empleo de "colocar" que el de "poner". Parte del encanto de una lengua son sus matices. Colocar es un matiz de poner, así como guisar es una precisión de cocinar. Por eso no son sinónimos, y a menudo es una barbaridad sustituir "poner" por "colocar".

En su acepción más amplia, según don Rufino J Cuervo, colocar es "poner en el lugar debido". La Real Academia dice algo semejante. Así, pues, colocar no es simplemente poner, sino poner donde corresponde. De manera que nadie se coloca colorado, ni enfermo. En cambio, aquella lamparita hay que colocarla en la mesa roja, porque en la verde se ve mal.

Otras dos acepciones específicas de colocar: 1) Invertir dinero, acciones o valores ("Coloqué plata al tres por ciento"). 2) Acomodar a una persona en un empleo ("Mi hermano se colocó en el Senado").

Como norma general, evite el uso de "colocar" y juéguesela con "poner": hay menos posibilidades de meter las patas y ponerse colorado.

Además, conviene hacerlo ya mismo, antes de que el virus contamine a toda la familia: "Hay que poscolocar la cita", "No es bueno antecolocar los intereses personales a los de la patria".

Y aquí pongo término a esta columna y coloco el punto final."

2006/12/11

¿Cobre e hierro o cobre y hierro?

Cuando la conjunción «y» va delante de una palabra que empieza por la vocal «i», se representa con «e», para evitar el encuentro de dos sonidos iguales: «monumentos e iglesias», «fantasías e ilusiones», «inundaciones e incendios». Esta última norma vale también cuando la segunda palabra comienza por «h» muda: «mamones e higos», «Geografía e Historia», «padres e hijos», «carne e gado». Pero la norma no se aplica si la segunda palabra comienza por «h» seguida de una «i» que forma diptongo con otra vocal: «cobre y hierro»; «refrescos y hielo», «sinalefas y hiatos».

2006/05/26

Genuino

La palabra genuflexión se refiere al acto de arrodillarse, del latín genu flexio , literalmente, “doblar la rodilla
En nuestra lengua, otra de las palabras derivadas de genu- es genuino: proviene de una antigua costumbre de los etruscos, heredada por los romanos, por la cual un padre ponía a su hijo recién nacido sobre la rodilla, como manera de expresar que lo reconocía como suyo, o sea, declararlo genuino o legítimo

Islas Bahamas

A la llegada de Crisatóbal Colón, las Bahamas se llamaban Lucayas, debido a la tribu de pacíficos indígenas que las habitaban, los lucayos.
Según los relatos del Descubrimiento, uno de los elementos que más llamó la atención del navegante genovés en su primer viaje fue la escasa profundidad de las aguas, por lo que bautizó a las Lucayas como Islas de la Bajamar. Ambos nombres coexistieron durante casi un siglo y medio, mientras el archipiélago permaneció en manos de la Corona española, pero los ingleses codiciaban las islas, a las que querían convertir en enclave estratégico para proteger a sus colonias en la América del Norte. Finalmente, en la primera mitad del siglo XVII, los súbditos de Carlos I se apoderaron de las Islas de la Bajamar y adaptaron el nombre del archipiélago a su lengua, llamándolas Bahamas Islands. Más tarde, nuestros antepasados hispanohablantes, tal vez ignorando el origen del nombre, la rebautizaron como Islas Bahamas.

2006/02/23

Palabras con doble acentuación

Existen palabras que pueden acentuarse de dos maneras, ambas correctas. He aquí algunas de las más usuales


Alvéolo y Alveolo
Austríaco y Austriaco
Cardíaco y Cardiaco
Demoníaco y Demoniaco
Dínamo y Dinamo
Etíope y Etiope
Fríjol y Frijol
Fútbol y Futbol
Ilíaco y Iliaco
Médula y Medula
Mísil y Misil
Olimpíada y Olimpiada
Período y Periodo
Policíaco y Policiaco

2006/02/03

adolecer de

No es sinónimo de carecer. Significa "tener o padecer algún defecto" ("Su informe adolece de imprecisión"). Se usa con frecuencia seguido de nombres como falta, escasez, exceso, pero también se emplea sin estos sustantivos: "Ese trabajo adolece de incoherencia". "Ese libro adolece de frivolidad", etc.

accidente fortuito

Redundancia. Un accidente es siempre algo inesperado, un suceso fortuito.

a grosso modo

Es incorrecto; dígase grosso modo.

a nivel / a nivel de

Locución prepositiva de origen extranjero que equivale, según los casos, a alguna de nuestras preposiciones. No debe decirse "El asunto será tratado a nivel de subsecretarios", sino "El asunto será tratado por los subsecretarios."

2005/11/13

Relevante

"Relevante" significa "notable, sobresaliente". No debe usarse en el sentido inglés de "relevant", que atañe a lo que "viene a propósito" o es "pertinente".
Incorrecto: "Esta clase es de matemáticas. Tus comentarios sobre literatura son irrelevantes”.
Correcto: “Esta clase es de matemáticas. Tus comentarios sobre literatura no son pertinentes”.

Subversivo

Es un adjetivo y no debe usarse como si fuera sustantivo. Es incorrecto, por tanto, decir que "fueron detenidos tres subversivos". Debe decirse "elementos subversivos" o "miembros de una organización subversiva".


Recién

Adverbio que equivale a recientemente. Se usa solamente antes de un participio pasivo, como en recién llegado, recién nacido, recién casado, recién nombrado.
En Argentina y en Chile, se usa incorrectamente como sinónimo de sólo o solamente en expresiones tales como recién ahora estoy listo

Inmolación / autoinmolación

Inmolar es dar una vida en aras de una causa o divinidad. Algunas religiones incluyen entre sus prácticas la inmolación. En el caso de autoinmolación, cuando se usa el verbo, basta darle la forma pronominal, sin necesidad del prefijo auto: "Un bonzo se inmoló".Fueron los bonzos vietnamitas quienes pusieron esta palabra en boga en la prensa internacional en los años 60 y 70, cuando se inmolaban por el fuego para protestar contra la ocupación norteamericana. Probablemente por eso, actualmente la palabra se usa frecuente (e incorrectamente) con el significado de suicidarse por el fuego como en el siguiente cable de UPI: "una mujer roció sus ropas con fuego y se inmoló porque su marido no la dejaba ver televisión".

Electo y elegido

Ambos vocablos constituyen el participio pasivo del verbo elegir; no obstante, tienen usos ligeramente diferentes.
Electo se usa en la forma activa, como adjetivo, mientras que en la forma pasiva debe preferirse elegido. Ej.: Han elegido a fulano como presidente; él es el presidente electo.
Los verbos que tienen doble participio, además de elegir, son:
matar (matado-muerto),
bendecir (bendecido-bendito),
freír (freído, frito),
imprimir (impreso, imprimido).
Ejemplos: Lo han corrompido, es un hombre corrupto.
Lo han matado; está muerto. Nótese que muerto también es participio pasivo del verbo morir.
Han bendecido esta agua; es agua bendita

Decomisar - expropiar - confiscar - incautar

Algunos términos tienen relación en su significado pero tienen un uso bien diferenciado y es bueno conocerlos para no caer en errores:
Confiscación es la apropiación por parte del Estado de un bien cuyo propietario cometió alguna falta o delito.
Decomiso es la apropiación por parte del Estado de mercancías procedentes del contrabando.
Expropiación es la apropiación por parte del Estado de un bien, por razones de interés general y mediante el pago de una indemnización.
Incautación es el acto de hacerse cargo una autoridad, generalmente judicial, de un bien determinado, de manera provisoria. También se puede utilizar para referirse en forma general a la apropiación de bienes por la coacción o la fuerza.

2005/11/06

Cineasta-Cinéfilo

Un error muy común entre nosotros es utilizar el término cineasta con el significado de aficionado al cine cuando ese significado corresponde a cinéfilo.
Cineasta es la persona que hace cine, específicamente como director, aunque el DRAE lo extiende también al productor y actor, pero nunca al aficionado.

2005/10/30

Halloween

Debido a la mundialización o globalización, tradiciones heredadas de esta antiquísima fiesta de origen celta se están extendiendo tan rápidamente en los países hispanohablantes que tal vez valga la pena echar una ojeada a su origen, por más que halloween no sea una palabra de nuestro idioma.
En la Antigüedad, en Bretaña, Escocia e Irlanda, se festejaba la fiesta de Samhain el 31 de octubre, último día del año en los antiguos calendarios celtas y anglosajones. En esas ocasiones, se encendían grandes hogueras en lo alto de las colinas para ahuyentar a los malos espíritus y se creía que las almas de los muertos visitaban sus antiguas casas, acompañadas de brujas y espíritus. Para evitar que estos les hicieran daño, debían pagar una extorsión o “vacuna” como decimos en Colombia.
Con la llegada del cristianismo, muchas fiestas paganas fueron adaptadas y se estableció el primero de noviembre como Día de Todos los Santos y el 31 de octubre pasó a llamarse en inglés "All Saints’ eve" (víspera del Día de Todos los Santos) o también "all Hallows‘ eve", de donde derivó "halloween". *Hallow* es palabra del inglés antiguo que significa ‘santo’ o ‘sagrado’ y que, como el moderno vocablo *holy* proviene del germánico *khailag*.Muchas de las tradiciones de *halloween* se convirtieron en juegos infantiles que los inmigrantes irlandeses llevaron en el siglo XIX a los Estados Unidos y desde allí se han extendido en las últimas décadas por el mundo hispánico. En Cartagena el dia de Halloween se celebra una fiesta de niños llamada “Día de los Angelitos” y en lugar de brujas se disfrazan de ángeles.

Fecha

Esta palabra proviene de “fecho”, el participio pasivo del verbo fazer, ‘hacer’ en español antiguo (y en el portugués de hoy), o sea, ‘hecha’. Inicialmente significó no sólo indicación de tiempo de un escrito sino también de lugar, puesto que una carta se iniciaba con algo así como ‘fecha en Sevilla, el 22 de junio’ o, como en la carta de Don Quijote a Dulcinea, ‘fecha en las entrañas de Sierra Morena, a 27 de agosto’.

Oportuno

Es fácil imaginar que, para los navegantes de otras épocas, que recorrían los mares en busca de vientos que los favorecieran, nada podría haber más oportuno que un viento que empujara sus velas hacia el puerto anhelado. Ése es precisamente el origen de la palabra oportuno, tomada del latín op portunus y formada por "op" (hacia) y "portus" (puerto), literalmente,"hacia el puerto".

Gimnasia

En la antigua lengua griega, "gymnós" significaba "desnudo". Los atletas competían completamente desnudos, como podemos apreciar en las esculturas de Praxíteles. La “indumentaria” era la misma de los alumnos y docentes de algunas escuelas de filosofía, como la de los gimnosofistas, así llamados porque acudían a clase sin ropa. Por esa razón, la palabra gymnasion se aplicó tanto al sitio usado para la práctica de ejercicios físicos como a algunos lugares de enseñanza.

2005/10/15

¿Impreso o imprimido? ¿Freído o frito?

Una serie de verbos se caracteriza por tener dos participios, uno regular y otro irregular. No obstante, para la formación de los tiempos compuestos se utilizan generalmente los regulares (con las excepciones de frito, impreso y provisto), quedando los irregulares en función adjetiva. Por ejemplo, el profesor no ha corregido todavía los exámenes, pero suponemos que están correctos.

En cuanto a los verbos imprimir y freír poseen dos participios, uno regular y otro irregular, y ambos son igualmente correctos en español:
Infinitivo: imprimir
Participios: impreso e imprimido
Infinitivo: freír
Participio: freído y frito

Pero sucede que algunas de estas formas nos parecen en ocasiones menos comunes, por lo que tendemos a considerarlas erróneas. Sin embargo, se pueden usar indistintamente para la formación de los tiempos compuestos de los verbos:

He impreso el documento.
He imprimido el documento.
He frito los plátanos
He freído los plátanos

En el caso de que se use como adjetivo, se utiliza exclusivamente la forma frito; y así, diremos: papas fritas y no: papas freídas
Diremos: pescado frito y no pescado freído
El verbo fritar como sinónimo de freír es correcto, aunque sólo se utiliza en Colombia y en la provincia española de Salamanca. Sin embargo, la Academia recomienda utilizar, preferiblemente, freír.

En conclusión: las formas irregulares no pueden usarse en los tiempos compuestos; por lo tanto no se dice he impreso diez copias sino he imprimido diez copias dado que es el participio regular imprimido el que debe usarse en la conjugación. Los participios irregulares sólo se emplean como adjetivos o sustantivos.

¿Aprieta o apreta?

Un verbo que ha causado más de una confusión es apretar, por la equivocada tendencia de hacerlo regular cuando es irregular. Sin embargo, resulta fácil su conjugación si se sabe que se conjuga como calentar:

(Yo caliento) Yo Aprieto
(Tú calientas) Tú aprietas
(El calienta) El aprieta
(Nosotros calentamos) Nosotros apretamos
(Vosotros calentáis) Vosotros apretáis
(Ellos calientan) Ellos aprietan

Apuñalear y apuñalar

"El asesino apuñaleó a su victima después de robarla", decía en estos días un periodista del noticiero. Es un barbarismo decir apuñalear en lugar de apuñalar, un verbo regular que se conjuga como amar:
Yo apuñalo
Tú apuñalas
Él apuñala
Nosotros apuñalamos
Vosotros apuñaláis
Ellos apuñalan

2005/10/01

Palíndromos y capicúas

Un palíndromo (del griego palin dromein, volver a ir hacia atrás) es una palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, por ejemplo anilina, Yo soy, luz azul.
Si se trata de un número, también se llama capicúa. El término capicúa se origina en la expresión catalana cap i cua (cabeza y cola).
En todos los idiomas hay palíndromos, y muchos escritores como Cortázar, aportaron varios. He aquí unas de mis favoritas empezando por una muy ingeniosa que define al palindromista:


  • Sé verlas al revés
  • Anita la gorda lagarta traga la droga latina
  • La ruta nos aportó otro paso natural
  • Adán no cede con Eva, y Yavé no cede con nada
  • Eva usaba rimel y le miraba suave
  • No traces en ese cartón
  • Dábale arroz a la zorra el abad
  • Amo la pacífica paloma
  • Son mulas o los alumnos
  • No deseo yo ese don
  • Yo dono rosas, oro no doy
  • Somos o no somos
  • Se es o no se es
  • Oirás orar a Rosario
  • Se van sus naves
  • O rey o joyero
  • Yo hago yoga hoy
  • Amigo no gima
  • Anita lava la tina
  • Adán salta y Atlas nada
  • Acaso hubo búhos acá
  • Amad a la dama
  • La ruta natural
  • Echar el muerto

    La expresión echar el muerto, se utiliza comúnmente para imputar a un tercero la culpa de lo que no ha hecho.
    Al parecer, el origen de la expresión se remonta a la Edad Media. Según las leyendas medievales, cuando dentro de los linderos de un pueblo aparecía el cadáver de una persona muerta de forma violenta y no se llegaba a esclarecer quién había cometido el asesinato, los habitantes de dicho municipio estaban obligados a pagar una multa.
    Para evitar pagar la sanción, que se conoce como "homicisium", los vecinos aguzaban el ingenio hasta límites insospechados. Uno de los recursos más utilizados era callar el hallazgo, meter el cadáver o cadáveres en sacos y, en la oscuridad de la noche, arrojarlos en territorio de otro pueblo próximo. Echar el muerto a otro pueblo vecino equivalía, pues, a cargarle con la responsabilidad de un crimen y con la multa correspondiente, salvo que se entregara o se capturara al asesino.

    Sándwich, emparedado o sánduche

    John Montagne, (1718-1792), inglés conocido en la historia con el título de Conde de Sándwich, alternaba su pasión por la literatura y las ciencias con la del juego de cartas, dados y ajedrez de forma obsesiva. Tan obsesiva que no quería pararse de la mesa de juego para comer y pedía en cambio, dos rebanadas de pan y entre ellas, una rebanada de carne. Así, utilizaba sólo una mano para comer y no tenía que suspender el juego.
    La originalidad de Sándwich cundió rápidamente en los círculos asociales de Londres, y luego a otras naciones y con él la palabra sándwich para designar esta comida.
    La Academia de la Lengua intentó imponer sin mucho éxito, el nombre emparedado para remplazarlo, hasta que finalmente se rindió y aceptó el término sándwich, pero con tilde en la e.
    Sánduche, una propuesta fonética españolizada, no está aprobada y no figura en el diccionario de la RAE.

    Camarotes y literas

    En nuestro país se les ha dado por llamar camarote a una litera. Miremos lo que dice el Diccionario de la Real Academia Española:
    Camarote: Cada uno de los compartimientos de dimensiones reducidas que hay en los barcos, para poner las camas o las literas.
    Litera: Cada una de las camas estrechas y sencillas que se usan en los barcos, trenes, cuarteles, dormitorios etc., y que por economía de espacio se suelen colocar una encima de la otra.
    Es decir, los camarotes generalmente tienen
    literas.

    2005/09/15

    Turbay contaba con 89 años

    "En el momento de su muerte, el presidente Turbay contaba con 89 años"
    Refiriéndose a la edad, debe decirse “contaba 89 años”, sin utilizar la preposición con.
    En cambio, "contar con", se emplea para significar que se tiene en cuenta a una persona o cosa como elemento cuya acción es necesaria para el logro de lo que se pretende:
    Cuenta con el dinero que me pediste
    Cuenta conmigo para el trabajo
    El cuenta con una herramienta muy útil.

    Déle lo mejor a sus hijos

    Para respetar la concordancia con el plural hijos, lo correcto es “déles”:
    “Déles
    lo mejor a sus hijos
    Por la misma razón debe decirse “Yo no les tengo miedo a los perros”

    Desde ya empezamos a trabajar

    Con demasiada frecuencia se utiliza la expresión "desde ya" en lugar de "desde ahora", o "desde este momento". En el caso expuesto, lo correcto es “Desde ahora empezamos a trabajar”

    Chaquetas en cuero

    En los avisos publicitarios es común ver letreros como “Artículos en cuero” “muebles en madera”, “pantalones en gabardina”. No hay razón para que la preposición en remplace a de cuando se quiere indicar el material de que está hecha una cosa.
    Lo correcto es "artículos de cuero", “muebles de madera”, "pantalones de gabardina".

    2005/09/04

    Prever, proveer y "preveer"

    Producto de la confusión por desconocimiento de léxico, en el idioma español se crean a veces términos , incorrectamente construidos por analogía; es decir, por semejanza formal entre elementos lingüísticos que desempeñan o tienen entre sí alguna coincidencia significativa.
    Ocurre con cualquiera de los elementos de la lengua: adjetivos, adverbios, verbos...

    El caso de prever, y proveer es muy habitual. Prever significa «ver con anticipación» y proveer, «preparar, reunir las cosas necesarias para un fin» o «suministrar o facilitar lo necesario o conveniente para un fin».
    Ambos verbos tienen un participio irregular: previsto y provisto, aunque éste último también tiene uno regular, proveído, que se usa normalmente en la conjugación: Se ha proveído (o provisto) de víveres a los desplazados.

    Pues bien, en ocasiones el hablante confunde estos dos verbos: utiliza la conjugación del inexistente preveer para referirse al verbo prever: Preveemos que vendrán solo diez invitados; El meteorólogo preveyó tormenta en el norte de la isla; O incluso utilizado como forma no personal: Debimos preveer que eso sucedería.
    La mejor manera de no tener dudas es recordar que el verbo "preveer" no existe, y que prever está formado por el prefijo pre-, que indica anterioridad, y ver. Y se conjuga como ver. Prever significa ver algo con la imaginación, imaginarlo antes de que suceda, es decir: ver con antelación.

    Él no vio con antelación las dificultades.
    Él no previó las dificultades.

    Es muy difícil ver con antelación cuál va a ser nuestro consumo.
    Es muy difícil prever cuál va a ser nuestro consumo.

    Accesible, asequible y "accequible"

    "Accequible" es otra de esas palabras inexistentes, resultado de un cruce entre dos que si figuran en el Diccionario de la Real Academia Española, DRAE: asequible, que se puede conseguir, y accesible de fácil acceso.
    Pero como ocurre con estas incorrecciones, muchos suponen que si las utiliza un periodista de un noticiero de televisión, debe ser correcta, y en poco tiempo están en boca de todos.

    Donde, A donde, Adonde, Adónde

    Donde. Es un adverbio de lugar que significa “en un lugar determinado, sitio de permanencia o de reposo”; v. gr. “Vengo de donde el médico”, “¿Dónde estuviste ayer?”, “Encontraron a Juan donde su amiga”. En ninguno de los ejemplos citados se debe anteponer la preposición a. Sería erróneo. También donde tiene la acepción de lo cual; se emplea en razonamientos, en lenguaje dialéctico: “De donde se infiere...”, “De donde se colige o se deduce...”
    Asimismo, tiene el sentido general de en un lugar cualquiera: “Por doquiera donde vaya...” Se cometería barbarismo al decir: “Por doquiera que yo vaya”, en que “donde” se sustituye por “que”. Igualmente habría barbarismo cuando se reemplaza por “como”: “¿Dónde me iba a imaginar que te casarías?, por ¿Cómo me iba a imaginar...
    Adonde. Es un adverbio relativo y, por tanto, hace referencia a un lugar del que se ha hablado con anterioridad (y que cumple la función de antecedente). Además, el adverbio indica claramente dirección hacia ese lugar. Lo vemos, por ejemplo, en la siguiente frase: “El Teatro Usaquén es adonde iremos mañana”, en esta frase la función de antecedente la cumpliría “El Teatro Usaquén” que es la palabra a la que nos referimos.
    A donde. En el caso de que no tengamos un antecedente explícito en la frase usaremos, preferiblemente, la forma separada de este adverbio. Sería, por ejemplo, el caso de la siguiente frase: “Pedro puede ir a donde quiera, no necesita permisos”. Aquí podríamos matizar que en esos casos sería preferible usar la forma separada, no obstante tampoco incurriríamos en un error grave si usásemos en la anterior la forma no separada “adonde”.
    Adónde. Con tilde “adónde” funciona como adverbio exclamativo o interrogativo. Puede aparecer en las interrogativas directas, por ejemplo, “¿Adónde vas, Juan?” o en las interrogativas indirectas, “Me gustaría saber o dime adónde vas a ir, Juan”

    Porque, por que, porqué, por qué

    Porque, sin acento y todo junto, funciona como conjunción causal, y marca una relación causa-efecto. De alguna manera respondemos a una pregunta explícita o implícita. Este uso lo encontramos en la siguiente frase por ejemplo: “Soy así porque me gusta”.
    Por que, sin acento y separado, responde a la combinación de la preposición “por” y el relativo “que” que a su vez se corresponde con “por el cual, por la cual, por los cuales, por las cuales”. Lo vemos, por ejemplo, en la siguiente frase: “El motivo por que llegué tarde fue el paro de trenes”. También aparece a menudo después de algunos verbos que rigen “por” como “rezar”, “brindar”, “rogar” y otros, es el caso de “Brindo por que te vaya bien”, por ejemplo.
    Porqué, junto y con tilde, es un nombre masculino que significa “causa, motivo o razón”, con este uso lo vemos en la siguiente frase: “Quiero saber el porqué de tu comportamiento”. Aquí debemos tener en cuenta que al ser un sustantivo podemos verlo o ponerlo también en plural y así tendríamos una frase como la que sigue: “Quiero saber los porqués de tu comportamiento”.
    Por qué, separado y con tilde, está compuesto por la preposición “por” y el pronombre interrogativo y exclamativo “qué” y su uso se corresponde con la interrogación directa o indirecta: “¿Por qué eres así?”, o "Me gustaría saber por qué eres así".

    Acerbo /acervo

    Debido a su idéntica pronunciación, estas dos palabras pueden a veces llevarnos a confusión. Pero la verdad es que no tienen nada que ver la una con la otra, ya que "acerbo" es un adjetivo que significa "áspero al gusto, o riguroso, cruel, intenso, desapacible" como sería el caso del siguiente ejemplo: "recibió una crítica acerba por parte de los medios de comunicación"; y, por el contrario, "acervo" tiene el significado de "un montón de cosas o conjunto de bienes materiales o espirituales poseídos por un grupo", un ejemplo de este último caso sería el siguiente: "Sus obras contribuyeron a enriquecer nuestro acervo cultural".

    Bajo ese punto de vista

    No debemos utilizar esta expresión, lo aconsejable y recomendable es que digamos “desde ese punto de vista” o “desde o a través de esta óptica”.

    2005/08/20

    Negocio

    Entre los antiguos romanos, la actividad de las artes, pintura, poesía, música y literatura, por ejemplo, era propio de gente acomodada y dedicada al ocio y esta palabra llegó a significar toda actividad que no era trabajo manual, aunque en los pintores y escultores lo fuera.
    Los que no se dedicaban a estas actividades no gozaban del ocio, lo que en latín se expresaba con dos palabras: nec, que significa no, y otium, que significa ocio. De manera que toda actividad no artística por decirlo así, era un necotium, es decir un negocio.

    Moneda

    En la antigua Roma, la acuñación de la moneda tenía lugar en un templo dedicado a Juno Moneta
    Moneta que significa “la avisadora” era un sobrenombre de Juno y se le dio en honor a los gansos sagrados que se criaban junto al santuario de la diosa y que con sus graznidos dieron la alarma cuando la invasión de los galos cuando trataban de ocupar por sorpresa la colina en un ataque nocturno.

    En este templo se acuñaba la moneda. Las monedas eran de bronce, oro o plata. En estos dos últimos casos el pago que se hacía no se aceptaba hasta que las monedas hubieran sido pesadas para evitar fraudes, la mayoría de los cuales se efectuaba recortando las monedas. Por ello, y ya en tiempos modernos, se usó el sistema de poner estrías en los bordes para evitar el fraude.

    2005/08/09

    Atrabiliario y Atrabilioso

    Desde que Hipócrates y Galeno definieron los cuatro humores o líquidos corporales que según ellos definían el carácter y el temperamento humano, esa tesis fue usada como base por la medicina occidental hasta la Edad Media. Los humores en que se basaba esta creencia eran: sangre (en latín 'sanguinis'),flema (en griego y en latín 'phlegma'), bilis amarilla (en griego 'kholé') y bilis negra (en griego, 'melan kholé' y en latín, 'atra bilis'). El temperamento sanguíneo es el del sujeto que reacciona en forma rápida y enérgica, cuyo humor dominante es la sangre; el flemático es el sujeto tranquilo, que reacciona en forma lenta y cuyo humor dominante son las flemas y otras secreciones mucosas; el colérico es el individuo definido por el predominio de la bilis amarilla o 'kholé' y el melancólico es aquel en que predomina la bilis negra o 'melan kholé', dado a la tristeza y a la meditación.Vemos pues cómo de estos cuatro humores surgieron cuatro palabras que hasta hoy definen en nuestra lengua temperamentos o estados de ánimo: sanguíneo, flemático, colérico y melancólico. Una quinta palabra, surgida de la idea de 'bilis negra' es atrabiliario, que nació del nombre en latín de ese humor, la 'atra bilis'. Atrabiliario debería ser pues, por su etimología, un sinónimo de melancólico, pero por alguna razón su sentido evolucionó para definir un 'sujeto destemplado y violento'. De allí surgió también Atrabilioso

    Gazapo

    Voz usada para referirse a un conejo joven, pero también para mencionar yerros en el lenguaje hablado o escrito. ¿Dónde se origina este segundo significado de gazapo? Pues no tiene nada que ver con ningún conejo; el gazapo de los errores tiene una etimología diferente: proviene de la antigua palabra española gazafatón, derivada de la griega kakénfaton, que también en esa lengua significaba 'error de lenguaje' o 'palabra malsonante'. El gazapo de largas orejas, en cambio, tomó su nombre de otra palabra griega: dasupous, del mismo significado.
    Ambas acepciones de gazapo tienen en común apenas el hecho de que sus designados saltan allí donde menos se les espera.

    Izquierdistas y derechistas

    Una de las palabras más antiguas de nuestro idioma, anterior no sólo al español sino al propio latín, pues se supone que provenga de una lengua ibérica de la región de los Pirineos, anterior a la llegada de los romanos.
    Izquierda no se refiere sólo a uno de los lados del cuerpo, el siniestro u opuesto al derecho, sino también al conjunto de las tendencias políticas generalmente calificadas como “progresistas” o como “radicales”. Esta última acepción se originó en la Asamblea Constituyente que se formó en Francia después de la Revolución Francesa. En el lado izquierdo del hemiciclo donde se reunía la Convención Nacional formada en 1792, se sentaban los jacobinos, un grupo de izquierda radical; del lado derecho estaban los girondinos, liberales moderados, y en el centro, la Llanura, cuyas posiciones oscilaban hacia uno u otro lado.

    2005/08/05

    Requerir de

    Alguien tuvo la desafortunada idea de agregarle la preposición de a los verbos requerir y necesitar. Y como suele ocurrir con esta clase de incorrecciones, se extendió la costumbre de construir frases como “La inseguridad del país requiere de una mano fuerte”, cuando lo correcto es “…requiere una mano fuerte”.
    El verbo requerir cuando indica necesidad, no lleva la preposición de. Cuando se usa con el significado de solicitar, pretender, expresar su deseo o pasión amorosa, sí la lleva: “requiere de amores”

    2005/08/02

    Insuceso

    Esta es otra de las palabritas que alguien se inventa y a medida que otro la va escuchando, la agrega a su léxico personal, utilizándola como novedad. No existe esta palabra en el diccionaro de la RAE y por consiguiente no debe usarse.

    ¿Cien por ciento o ciento por ciento?

    Aunque está muy difundida, la expresión "cien por ciento" está considerada como incorrecta por la Real Academia. Lo correcto es "Ciento por ciento"

    2005/07/24

    Entre más empaques envíe , más posibilidades tendrá de ganar

    "Entre más" es una expresión incorrecta que se usa mucho en nuestro país. Lo correcto es "mientras más" o "cuanto más".

    Desafortunadamente esta palabra no existe

    Desafortunadamente es una palabra que no existe y debe remplazarse por infortunadamente o desgraciadamente. Pero sí existe el término desafortunado.

    Telesférico de Monserrate

    Algunas veces vemos escrita la palabra “telesférico” (de Monserrate), con una s de más como si tuviera relación con esfera.

    Teleférico viene de tele, que significa lejos, a distancia y ferre, conducir, llevar. En caso de duda en una palabra un buen consejo es compararla con otra que tenga similitud en su etimología. En este caso no decimos “telespatía” ni “telesgrama”, ni “telesvisión.

    2005/07/22

    Meterse en camisa de once varas

    La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño, tejida para la ocasión, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. El gran tamaño de la camisa ilustraba la gran responsabilidad y compromiso que adquiría el adoptante. La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros). La expresión "meterse en camisa de once varas" se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.

    2005/07/21

    El trabajo siempre ha sido una tortura

    El significado de trabajo estuvo desde muy antiguo asociada al concepto de tortura. En efecto, la palabra trabajo proviene de tripalium, que era el nombre de un temible instrumento de tortura.Tripalium (tres palos) es un vocablo del bajo latín del siglo VI de nuestra era, época en la cual los reos eran atados al tripalium, una especie de cepo formado por tres maderos cruzados donde quedaban inmovilizados mientras se les azotaba.De tripalium derivó inicialmente tripaliare (torturar) y posteriormente trebajo (esfuerzo, sufrimiento, sacrificio).Trebajo evolucionó posteriormente hacia trabajo, vinculándose poco a poco con la idea de "labor". Lo mismo ocurrió en francés, lengua en la cual tripalium derivó en travail (trabajo), vocablo al cual los ingleses dieron la forma travel y un nuevo significado, asociándola inicialmente a la idea de "viaje cansador" y, más tarde, simplemente viaje.

    Etimología de la palabra deporte

    El origen se remonta a los marineros del Mediterráneo. Cuando los habitantes de las costas provenzales tenían un rato libre, corrían al puerto a divertirse. Una cosa eran las horas de trabajo y otras más divertidas las idas al puerto. “Deporte” pasó a significar “estar de portu

    2005/07/20

    La primer vez

    Un error bastante común, aun en personas cultas, es decir por ejemplo: Esa fue la primer vez que viajé en tren.
    Primer es apócope de primero y sólo debe usarse con nombres masculinos. Cuando se trata de femeninos, debe utilizarse el numeral correspondiente al femenino primera. Así pues, lo correcto es decir: La primera vez que viajé en tren. Igual con tercera: La tercera vez, y no la tercer vez.

    ¿Diría "un reina", "un persona" o "un candidata"?

    Cada año, por la época del Reinado Nacional de la Belleza de Cartagena, escuchamos en los noticieros expresiones como: " Las veintiún candidatas llegaron el lunes a Cartagena". Si a una de las personas que utilizan estas expresiones incorrectas, le hacemos la pregunta del título, sin dudar responderían: "-Por supuesto que no. Lo correcto sería una reina, una persona-".
    Entonces, tampoco es correcto decir veintiún personas, ni veintiún reinas o veintiún candidatas; sino veintiuna personas, veintiuna reinas, veintiuna candidatas.
    La forma masculina de uno se apocopa (pierde la terminación en o) cuando va delante de un sustantivo masculino singular (un hombre), pero no cuando antecede a un sustantivo femenino (una mujer). La forma masculina uno se apocopa también cuando forma parte de adjetivos numerales de una o más palabras que preceden a un sustantivo masculino (veintiún libros), pero no ante sustantivos femeninos (veintiuna palabras). La única excepción es cuando estos adjetivos preceden a un sustantivo femenino que comienza con a o ha tónica (veintiún águilas, veintiún hachas). En estos casos el sustantivo sigue perteneciendo al género femenino (veintiún águilas). Estos sustantivos van precedidos en singular del artículo determinado el (el águila); en plural llevan el artículo femenino plural (las águilas).
    De paso, también se cae en error al eliminar la semivocal i: Son incorrectas, por tanto, formas como ventiuno (lo correcto es veintiuno); ventiséis (lo correcto es veintiséis)